15 mar 2010

Hoja Nº 1 de Los Navegantes - 2010.-



Foto: Agostina Rosso

Celia Clara Fischer (Argentina)

IRRINTZI (2009)



Poema I


Qué animal está gritando aquí,
muy adentro,
debajo de todas las pieles de todos los cuerpos,
mientras en el rocío untuoso de las yungas
un niño orada la noche con su llanto.
La luz cae atada al clamor salvaje
que involucra el misterio de una historia
interminable,
como este páramo que se venga
cercenando las caricias
y enarenando pañuelos
para que los ojos duelan más
y en sus cavidades aniden hebras de la muerte.
El hambre duerme en la boca
y se aparea en el vientre con la miseria,
botando crímenes de donde nadie vuelve.



Poema I


Que bicho esta gritando aqui,
no fundo,
sob todas as peles de todos os corpos,
enquanto no orvalho untuoso dos vales
uma criança perfura a noite com o seu pranto.
A luz cae amarrada ao clamor selvagem
que involve o misterio de uma história
inacabável,
como esse páramo que se vinga
cerceando as carícias
e areando os lençóes
pra que os olhos doan mais ainda
e nos seus furos aninhen fíos da morte.
A fome dorme na boca
e se emparelha no ventre com a miséria,
jogando crimes de onde ninguém volta.

Traducción: Alberto Acosta

.

Celia Clara Fischer (Argentina)

IRRINTZI

Poema II


Me ha puesto triste esto de saber
que las rosas del vitral están a punto de secarse,
esas rosas que crecían abriendo su inocencia
en cada amanecer de la Santa Vera Cruz.
Me gustaba, al despertar,
en la perfecta penumbra del silencio,
verlas llegar como rostros de la infancia.
El aire se cuajaba de mariposas,
como las que ahora vibran
cuando la luz que nada sabe de pérdidas
y abandonos,
brota en cada amanecer, Dionisio,
buscando tus ojos celestes,
vueltos hacia otra distancia,
y tu barba donde jugar a enredarse.
Las rosas del vitral se están muriendo
en medio de tanta luz desperdiciada.



Poema II


Fique triste por esse saber
que as rosas do vitral ficam a punto de se secar
essas rosas que crescían abrindo a sua inocência
em cada alvorecer da Santa Vera Cruz.
Gostava, ao acordar,
na perfeita penumbra do silêncio,
de ve-las chegar como rostos da infância.
O ar coalhaba-se de borboletas,
como as que agora vibram
cuando a luz que não sabe de perdas
nem de abandonos,
brota em cada alvorada, Dionisio,
procurando os teus olhos celestes,
voltos para otra distância,
e a tua barba onde brincan a atrapalharse.
As rosas do vitral estan morendo
no meio de tanta luz desperdiçada

Traducción: Alberto Acosta

*Irrintzi: Es una forma de grito musical propio de Euskal Herria y de los campesinos vascos.

.

Daniel Mazza (Brasil)

A Cruz e a Força (2007)


Os Ossos

I

Do fundo do sepulcro os ossos falam,
Com seu silêncio de osso, eles falam,
O verbo é a imagem das suas tibiezas:
Eis o pó a que tudo se resume,
O pó, a essência última das coisas,
A substância alquímica dos deuses,
O segredo visível mas não visto.
E falam mais da vida que da morte:
Eis os ossos de reis e de rainhas,
Os ossos de grão-duques e de servos,
Os ossos dos primeiros e dos últimos...
São ossos iguais a ossos, ossos são
Não mais que ossos-irmãos: foram cozidos
De um mesmo barro e pelas mesmas mãos.


Los huesos

I

Desde lo profundo del sepulcro, los huesos hablan
Con su silencio de hueso, ellos hablan
El verbo es la imagen de sus tibiezas
He aquí el polvo al que todo se resume
El polvo, la esencia última de las cosas,
La sustancia alquímica de los dioses,
El secreto visible mas no visto.
Y hablan más de la vida que de la muerte:
He aquí los huesos de reyes y reinas,
Los huesos de grandes duques y de siervos,
Los huesos de los primeros y los últimos...
Son huesos iguales a huesos, huesos son
No mas que huesos-hermanos: fueron cocidos
De un mismo barro y por las mismas manos.

Traducción: Alberto Acosta

.

Daniel Mazza (Brasil)

A Cruz e a Força (2007)


Os Ossos

II

A eloqüência dos ossos, silenciosa,
Traz muito mais verdades que provérbios
E salmos. Sábia é a voz dos ossos mudos.
O verbo é a imagem das suas tibiezas,
E a imagem pronuncia o branco ósseo.
Com seu silêncio de osso, eles falam,
E contam-nos segredos em parábolas:
"Quando ossos fecundam outros ossos,
Quando ossos enterram outros ossos,
E não vêem o seu sangue em outros ossos,
Quando ossos comem carne e deixam ossos
A outros ossos. Quando ossos matam ossos...
É tempo de cegar a carne, e ouvir
O silêncio dos vossos próprios ossos."


II

La elocuencia de los huesos, silenciosa,
Trae muchas más verdades que proverbios
Y salmos. Sabia es la voz de los huesos mudos.
El verbo es la imagen de sus tibiezas,
Y la imagen pronuncia el blanco óseo.
Con su silencio de hueso, ellos hablan,
Y nos cuentan secretos en parábolas:
"Cuando los huesos fecundan otros huesos,
Cuando los huesos entierran otros huesos,
Y no ven su sangre en otros huesos,
Cuando los huesos comen carne y dejan huesos
A otros huesos. Cuando los huesos matan huesos...
Es tiempo de cegar la carne, y oír
El silencio de vuestros propios huesos."


Traducción: Alberto Acosta

.


Foto: Chicos.Cataletras

José Sarney (Brasil)

O laberinto


Fruto da fortuna que é a vida
aquí estamos.
Aos cabelos revoltos e à paixão, digo sim,
ao podre andrajo de nossos desencontros, digo não.
A janela aberta e o sol entra.
É luz e vida, e
me perguntas se devo sair?
-Agora não, preciso que o dia se apague, a noite chegue,
e teu cheiro saia pela janela.
A madrugada volta e volta a noite
tudo volta, sem chegar.
Sei apenas que estou parado
no silêncio de mim, no fosco-escuro
desta árvore frondosa e inútil
espraiando sombra para nada.



El laberinto


Fruto de ese azar que es la vida
aquí estamos.
A los cabellos revueltos y a la pasión, digo si,
a los podridos andrajos de nuestros desencuentros, digo no.
La ventana se abre y el sol entra.
Es luz y vida, y
me preguntas si debo salir?
-Ahora no, preciso que el día se apague, la noche llegue,
y tu aroma salga por la ventana.
La madrugada vuelve y vuelve la noche
todo vuelve, sin llegar.
Sé apenas que estoy parado
en el silencio de mí, en la sombra opaca
de este árbol frondoso e inútil
esparciendo sombra para nada.


Traducción: Alberto Acosta

.

José Sarney (Brasil)

As Avencas


Os espinhos são meus,
só espetam em mim,
pontas sem ponta para as outras almas.
Dor nesta pele, sangue nesta carne.
Vieram e chegaram.
Por que tantos anos para crescerem
tantas luas para vazarem?
Estas feridas não têm idade,
crescem com o destino
e se encravam.
Nada mais resta do que vê-las
sangrando,
lembrança de um tempo em que não sabíamos
que secas
estavam
as raízes de nossas avencas



Las avencas ("Avenca" : hierba medicinal)


Las espinas son mías,
sólo se clavan en mi,
puntas sin punta para las otras almas.
Dolor en esta piel, sangre en esta carne.
Vinieron y llegaron.
Por qué tantos años para crecer
tantas lunas para vaciarse?
Estas heridas no tienen edad,
crecen como el destino
y se enclavan.
No hace falta más que verlas
sangrando,
recuerdo de un tiempo en que no sabíamos
cuán secas
estaban
las raíces de nuestras avencas.


Traducción: Alberto Acosta

.

Fernando Fábio Fiorese Furtado (Brasil)

A mão do pai


Eis que o menino admira ter na sua
a mão do pai, menos porque onde arrua
desenreda-se uma inteira Odisséia
do que por ser potro testando a rédea.
Também porque aquela mão, quando avulsa,
para outro menino os olhos assesta,
o menino que foi o pai e nele avulta
ao surpreender no mínimo suas festas.
De um tapume sozinho como suas nódoas,
da venda onde a fome se pesa à parte,
de um que se pendura de alegría e rastes
e outro cuja fala pijama as horas,
desses o pai sabe a fábula e glosa,
como de posse do olho de Balzac
tudo pudesse demudar em prosa
para adiar a morte daquela tarde.



La mano del padre


He aquí que el niño admira tener en la suya
la mano del padre, menos porque donde vaga
se desenreda una entera Odisea
de que por ser potro testeaba la rienda.
También porque aquella mano, cuando suelta,
hacia otro niño los ojos apunta,
el niño que fue el padre y en él crece
al sorprender en lo mínimo sus fiestas.
De una cerca solita con sus manchas
de la venta donde el hambre se pesa en partes,
de uno que se hamaca de alegría y trastos
y otro cuya palabra piyama las horas,
de esos que el padre sabe la fábula y la glosa,
como si apropiándose del ojo de Balzac
todo pudiese demudar en prosa
para aplazar la muerte de esa tarde.



Traducción: Alberto Acosta


.

Carlos Montemayor (Perú 1947-2010)

I


Estoy aquí, en la casa, a solas.
Aquí están los muebles, el aire, los ruidos.
Tengo un sentimiento tan transparente como el vidrio de una ventana.
Es como la ventana en que miraba la nieve al amanecer,
hace muchos años, cuando era niño,
y pegaba la cara contra el cristal y comprendía toda la vida.
Es un deseo en calma, como la tarde.
Es estar como están todas las cosas.
Tener mi sitio como todo lo que está en la casa.
Perdurar el tiempo que sea, como las cosas.
No ser más ni mejor que ellas.
Sólo ser, en medio de mi vida,
parte del silencio de todas las cosas.



I




Estou aqui, nesta casa, a sós.
Aqui estão os móveis, o ar, ruídos.
Tenho um sentimento tão transparente
como o vidro de uma janela.
É como a janela em que olhava a neve ao amanhecer,
há muitos anos, quando menino,
e colava a cara contra o cristal e compreendia toda a vida.
É um desejo em calma, como a tarde.
É estar como estão todas as coisas.
Ter meu lugar como tudo o que está na casa.
Perdurar o tempo que for, como as coisas.
Não ser mais nem melhor que elas.
Somente ser, em meio à vida,
parte do silêncio de todas as coisas.


Traducción: Everardo Noröes


.