v
No está muerto, sólo herido.
Un helicóptero yanqui
lo lleva para La Higuera
donde la muerte lo espera
No morirá por heridas
obtenidas en combate
sino de mano asesina
que lo abate
No morirá por heridas
que recibió a cielo abierto
sino de un golpe escondido
al nacer el día
Lo llevan así a la muerte
(sucio de tierra y de sangre)
sometido en la barriga
de un helicóptero yanqui
Ese es su último vuelo
sobre América Latina
bajo el fulgor de los astros
que ignoran el mundo humano
que ignoran todo del sueño
de esperanza, de alegría,
la lucha sorda del hombre
por la flor de cada día
Ese es su último vuelo
sobre las chozas de hombres
que no saben lo que pasa
aquella noche de octubre
Quién pasa sobre su techo
dentro de todo el barullo
quién es llevado a la muerte
en esa noche nocturna
VI
La noche es más veloz en los trópicos
(con sus
muladares)
en el vértigo de las hojas en explosión
de aguas sucias
sordas
en los pantanales
es más veloz bajo la piel de tiniebla, en la
conspiración de azules
y rojos pulsando
como vaginas frutos bocas
vegetales
(confundidos en sueños)
o
un ramo florido hecho un relámpago
parado sobre una cisterna de agua
en lo oscuro
Es más honda
la noche en el sueño
del hombre en su carne
de coca
de hambre
y en el tarro un cuenco
de lata roja de arvejas
de la Armour Company
La noche es más veloz en los trópicos
con sus muladares
y casinos de juegos
entre las piernas de las putas
el asalto
a mano armada
abierta en sangre y vida
Es más veloz
(y más lenta)
en las cárceles
la noche latinoamericana
entre interrogatorios
y torturas
(allá afuera las violetas)
y más violenta (la noche)
en el coño de la dictadura
Bajo la piel de tiniebla, los frutos
crecen
conspira el azúcar
(de boca para abajo) debajo
de piedras, debajo
de la palabra escrita en el muro
ABAJ
e inconclusa
oh Tlalhuicole
las voces soterradas de la platina
De las plumas que ondularon ya no resta
más que el recuerdo
en el viento
Pero es el día (con
sus muladares)
pulsando
dentro del suelo
como un pulso
a pesar de la South American Gold and Platinum
es la lengua del día
en el cardenillo
Golpeábamos en tanto los muros de adobe
y era nuestra herencia una red de agujeros
es la lengua del hombre
bajo la noche
en la leprosería de San Pablo
en las ruinas de Tihuanaco
en las galerías de plomo y silicosis
de la Cerro de Pasco Corporation
Hemos comido grama salitrosa
piedras de adobe lagartijas ratones
tierra en polvo y gusanos
hasta que el día
(desde dentro de los muladares) irrumpa
con su cetro de turquesa
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