EL ORIGEN DE LAS ESPECIAS
En los albores
fue por conservar la carne,
no hay dios que lo discuta.
El azar de seguir viviendo
acertaba la precisa ración.
Sólo en los albores, raza de humanos;
luego, ningún buen gusto les fue ajeno.
Y hubo luchas de azafrán o muerte,
botines de jengibre y canela.
He aquí en qué deriva la urgencia
por huir de la podredumbre:
selección natural del mejor aroma
a cualquier precio, paladares superiores,
lenguas de fuego en preciosa sazón.
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